La Palabra de Dios nos Ayuda a Discernir

“Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero” dice el Salmo más largo de la Biblia (119:105). La importancia de la Palabra de Dios para iluminar nuestras vidas motivó al Papa Francisco en el 2019 a proclamar mediante el “Motu proprio” Aperuit illis el III Domingo del Tiempo Ordinario como el domingo a la Palabra de Dios. La exhortación del Papa, sin embargo, no es solo para ese día, sino para que siempre hagamos de la lectura frecuente de la Biblia una práctica habitual. La Cuaresma es un momento ideal para cultivar esa práctica diaria de la lectura bíblica.

Discernir como el Buen Samaritano

La Palabra de Dios nos ayuda a discernir, con la gracia del Espíritu Santo, cómo obrar, qué decir y, en general, cómo ser mejores discípulos y discípulas del Señor. Un episodio ejemplar que puede ilustrar la importancia de saber discernir es el conocido relato del “Buen samaritano” (Lucas 10:25-37). La narración nos es familiar. Un hombre es agredido por unos bandidos que, después de robarle, lo dejan por muerto. Casualmente pasan por allí un sacerdote y un levita que, al verlo, dan un rodeo y lo abandonan sin socorrerlo. Luego pasa un samaritano, que al contemplar al hombre herido, se detiene. Éste lo cura con compasión, lo monta en su cabalgadura y luego paga un hospedaje para que lo cuiden. Jesús termina la parábola exhortando al maestro de la ley que había sido el objeto de la historia a imitar el ejemplo del samaritano.

La hermosa historia de Jesús tiene varias enseñanzas: sobre la indiferencia, la religiosidad tergiversada, la misericordia e incluso el perdón. Pero una lección que a menudo es ignorada es la del discernimiento. Tanto el sacerdote como el levita tuvieron que pensar (discernir), aunque fuera brevemente, qué era lo que les correspondía hacer. Muy posiblemente andaban ocupados (probablemente iban al Templo) y decidieron que no tenían tiempo para socorrer al hombre herido. El samaritano con toda probabilidad también tenía algo que hacer (quizás atender sus negocios), sin embargo, se detuvo.

La Palabra es Luz en tu Sendero

Muchas veces la ayuda que necesita otra persona surge de manera imprevista y conflige con nuestros horarios y obligaciones. Es ese el momento donde debemos discernir qué es más importante. El samaritano dejó sus asuntos por algún tiempo para socorrer al necesitado. Fue él quien mejor puso en práctica la Palabra de Dios y para quien verdaderamente la Palabra se hizo “luz en su sendero”.

Author

  • Roberto Martínez Rivera (Nueva York, EE.UU., 1963), es doctor en Teología Bíblica con especialización en Nuevo Testamento de la Catholic University of America en Washington, DC (2010). Es ademas autor de varios libros. Ha trabajado la mayor parte de su vida como formador de candidatos a la Orden de Frailes Capuchinos, predicador en distintas partes de Estados Unidos y América Latina y profesor de Sagrada Escritura.

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9 respuestas

  1. Darle las gracias a Dios, por poner en nuestro camino la oportunidad de servir sin miramientos de lo que tenemos pendiente porque cada gesto de compasión y amor no acerca más al corazón de DIOS, entender que el amor y el servicio al prójimo

  2. nos deja una enseñanza profunda sobre el discernimiento. No se trata solo de hacer el bien, sino de saber priorizar lo que realmente importa en cada momento.

  3. Bueno es algo q me exhorta a detenerme y pensar en mis afanes diarios poder hacer un stop Hasta conmigo misma para tener mas discernimiento en el paso a seguir que hermosa reflexión que enriquecedor muchas gracias

  4. Bueno que hermosa invitación la que

    Me hace esta reflexión a hacer un

    Stop en mis ocupaciones diarias para

    Mirar con discernimiento

    Las necesidades de otros y las

    Mías muchas gracias

  5. Omision, una de nuestras mayores faltas. Todo aquello que podemos hacer por el projimo y decidimos mirar .para otro lado para no hacerlo. Es ahí donde la lectura de la Palabra junto al Espiritu Santo nos ayudan a ser mejores discipulos y poder discernir lo que realmente es importante. Amar a Dios y al projimo con nuestras acciones.

  6. ¡Tremenda enseñanza! Tenemos que detenernos en algunos momentos a reflexionar; inclusive hasta en aquellos momentos que nos parecen que pueden ser insignificantes e inoportunos. Me motiva a pausar, a dejar esa pereza que me inmoviliza, que me ata a la indiferencia, que me limita el proceso de evangelizar… Y recordar que las puertas de fe y del templo están abiertas para aquel que desee entrar, pero también para nosotros salir a buscarlos…

  7. Gracias estimado profesor, su sabiduría y su humildad nos bendicen en cada reflexión. Ciertamente el discernimiento del buen samaritano nos deja una enseñanza profunda.

  8. En nuestra vida cotidiana agitada y de constante movimiento Jesus nos invita a discernir, parar, meditar. Muchas veces preferimos ignorar las necesidades materiales o espirituales de nuestros hermanos por no involucrarnos. Es en estos momentos cuando tenemos que utilizar el discernimiento y dar prioridad a lo que realmente es importante siguiendo las enseñanzas de Jesus.